Funciona un club en la sede de ADeLu
Trueque: una forma de comercializar que aún perdura
COMERCIALIZAR: el trueque “La Esperanza” funciona miércoles, viernes y sábados.
La iniciativa está en vigencia hace más de un año, aunque en los últimos meses experimentó un considerable crecimiento. Sus responsables consideran que la inflación creciente es un factor que acerca a las personas a estos espacios. Según la Real Academia Española, el trueque significa “intercambio directo de bienes y servicios, sin mediar la intervención de dinero”. En la historia de la humanidad, esa práctica, cuyo nombre es tomado de la palabra “trocar”, se desarrolló en los tiempos en que no existía ningún tipo de moneda. En la Argentina de principios del siglo XXI, esa manera de comercializar tuvo un amplio desarrollo, de la mano de la crisis económica que derivó en la renuncia del presidente Fernando De la Rúa. Sólo en el partido de Luján, en el 2002 se registraron cerca de 50 centros de esas características. La red de trueques estaba organizada por nodos, espacios donde se reunían los prosumidores, personas que al mismo tiempo producían y consumían productos y servicios. El nodo que funcionaba en la localidad de Olivera llegó a ser famoso en gran parte de la provincia de Buenos Aires, con una asistencia de más de 10 mil personas cada día de apertura. En la ciudad de Luján, el nodo “Las chicas lindas”, instalado en terrenos ferroviarios, llegó a tener más de mil prosumidores por jornada. Por esos tiempos, se estimaba que funcionaban 6 mil nodos en todo el país. El impacto social de esa actividad fue tan grande que el Concejo Deliberante local dictó una ordenanza donde se establecían algunas reglas de juego para los puntos de trueques. En este sentido, se mencionaba la creación de un “Registro Municipal de nodos de trueque” donde debían figurar días y horarios de funcionamientos, lugares e infraestructura. La lenta salida de la crisis económica fue el principal factor a la hora de explicar las razones que desalentaron esa forma de comercializar, además de cuestiones relacionadas con el funcionamiento interno de esos espacios, como problemas en la calidad de los alimentos que se intercambiaban y una creciente inflación interna. NUEVO IMPULSO Desde hace más de un año, funciona en la sede de la Asociación de Desocupados de Luján (ADeLu) el club del trueque “La Esperanza”. En diálogo con EL CIVISMO, los responsables del espacio contaron que en los últimos meses se notó un crecimiento de asistentes debido, principalmente, a la creciente inflación. La propuesta surgió por iniciativa de personas que se acercaron a la institución y en la actualidad está abierto miércoles, viernes y sábado, aunque durante los dos últimos días mencionados se registra el mayor caudal de asistencia, con vecinos de ciudades vecinas como General Rodríguez y Mercedes. Si bien en los intercambios comerciales circulan mayoritariamente los denominados créditos, también se permite utilizar pesos, siempre y cuando exista un acuerdo entre las partes que intervienen en el negocio. En ocasiones se cambian productos “mano a mano”, sin intervención de créditos ni moneda nacional. María del Carmen Chacela, responsable del espacio, explicó que “hay gente que necesita mercadería y esta es una manera de poder acceder a esos bienes cotidianos”. “Nosotros ponemos precios de base, para evitar los abusos, algo que pasó en otros trueques donde porque escaseaba una mercadería te la cobraban a precios exorbitantes”, agregó. A modo de ejemplo, la mujer explicó que un paquete de azúcar cuesta 40 créditos. Como punto de inicio, la persona que se suma a la actividad como socia recibe 100 créditos a cambio de una mercadería. En la actualidad, el club tiene alrededor de 50 socios. Otra de las pautas de funcionamiento establece que no se puede participar sin ofrecer algún tipo de mercadería. Chacela detalló que “se comercializan ropa, artesanías, artículos de limpieza, comestibles y hasta herramientas”. “La asistencia de gente ha crecido y en la zona se están abriendo nuevos espacios de trueque. Pienso que una de las razones del crecimiento es el aumento del costo de vida”, opinó Chacela Antonio Vergara, tesorero de ADeLu, contó que al comienzo existieron “algunas desavenencias porque no llegaban los créditos”. “El año pasado contamos con ayuda de estudiantes de la Universidad Nacional de Luján, que realizaban un seguimiento social de las personas que concurrían al trueque. En estos momentos estamos viendo la posibilidad de que existan intercambios de mercadería por mano de obra. Estamos haciendo un padrón. Con respecto a eso, la idea es tener un control para que no se desvirtué”, expresó Vergara. Un fenómeno que vuelve Según una nota publicada en el sitio web www.totalnews.com.ar, las consultas a la Red Global del Trueque (RGT), el grupo que inició estas prácticas en el país en 1995, se duplicaron desde marzo último como consecuencia “del conflicto entre el campo y el gobierno”. En declaraciones a ese medio, Rubén Ravera, uno de los fundadores de la RGT, explicó que “son consultas de gente que quiere reorganizar el club, emprendedores, gente que en algún momento fue anfitrión del Club del Trueque y quiere volver a serlo, porque hay como una presión para que alguien genere un escenario para hacer el trueque".
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