n el tianguis de Santiago Tianguistenco, se comercializan alimentos y diversos artículos por leña, para algunos es su principal actividad para sobrevivir.
En el municipio de Santiago Tianguistenco se realiza el tianguis comercial más grande de la localidad, en el cual se comercializa como lo hacían nuestros ancestros, en forma de trueque.
Aquí no existe el dinero, solamente se pueden cambiar artículos del hogar y comida por leña muerta de los montes y comunidades cercanas.
Guillermo Bailón, comerciante de Santiago, lleva en este negocio más de 25 años; él lleva despensa para poder cambiarla por leña para calentar sus alimentos o simplemente para su hogar.
“Ellos le nombran la limpia del monte al árbol caído, por tanto aire que hay ahorita, y toda esa leña que está estorbando en el monte, entonces es la limpieza que se hace y la gente lo aprovecha para llevar a su casa comida para su familia, y nosotros aprovechamos la leña”, comenta Don Guillermo.
La comida a cambiar puede ser de cualquier tipo, dependiendo del valor que le dan a los alimentos, se otorga el número de palos o leños al ofertante. Para entrar al cambio se necesita un permiso para que sea legal, ya que este negocio en nuestro país ya está prohibido.
Victoria Ramírez empezó a ofrecer comida hace más de 40 años, y comentó que hace muchos años había un poco de injusticia en los trueques, ya que algunos se aprovechaban de la gente mayor, y les robaban sus cosas, por ello cuentan con licenciados para hacer válido el trueque.
Martina Manuel Espinoza viene de San Juan Atzingo; ella, acompañada de su familia, todos los martes acude a cambiar su leña para comer, ya que en su casa viven nueve personas, comercializa sus alimentos y artículos, ya que ellos viven de esta actividad.
La señora Martina comentó: “allá en mi pueblo desperdician la leña y pues la verdad nosotros vemos que aquí cambia, sirve para apoyarnos, nosotros ya estamos grandes y no tenemos trabajo. Con esto tengo en mi semana para comer, me va pasando con mi esposo porque no tiene trabajo, ahorita es tiempo de hongos, así que voy y los vendo para comer”.
Un lavatrastos en polvo se intercambia por 120 leños, al mejor postor, ya que en muchas ocasiones los comerciantes novatos o que no llevan mucho tiempo en el ámbito se ven perjudicados por los más experimentados.