"Estoy obligado a comunicar esta triste noticia que nos embarga de congoja.
Graciela fue una tenaz colaboradora del Club del Trueque. Con un inmenso compromiso y solidaridad entregó todas sus energías entre 2001 y 2002 para facilitar que miles de personas no bajaran la guardia ante las inclemencias económicas. En medio de infinitas llamadas de teléfono y mails recibió a miles de prosumidores de todo el país tratando siempre de dar una respuesta de consuelo.
Hace algunos años alejada ya del vértigo de la Bernalesa y con alguna declinación en su salud se había asentado, junto a su hermosa famila, en la querida y deseada San Marcos Sierra, su lugar en el mundo. Graciela era una lectora infatigable, ingeniosa interlocutora y una afectuosa madre y esposa. Sin dudas nos deja un gran vacío a quienes la queríamos y la valorábamos como mujer valiente y generosa. Su ausencia no va a ser fácil de superar para todos los que las conocíamos. Era una gran persona.
Alguien querible por su buen caracter, simpatía y honradez intelectual. Muchos estamos lejos y no podemos viajar para acompañarla en este último trámite. Tampoco podemos abrazar a sus seres queridos que tambien son los nuestros. Por eso entiendan estas líneas como un homenaje a la distancia que surge de lo más profundo de nuestro corazón. Nuestras condolencias para su esposo, el gran amigo Floreal Medina, y sus tres hijos. Acepten nuestro sentido acompañamiento en este duro momento aunque no estemos allí. Reciban nuestro recuerdo para Graciela y nuestra honra a su memoria. No la olvidaremos..
Rubén Ravera"
La columna de huerta orgánica de Joaquín Hernández.