Fuente Ieco-Clarin.
Por Silvia Naishtat
En la catástrofe económica que se vivió a comienzos del 2002, la clase media argentina pasó sin escala del shopping al trueque. Para muchos, los clubes de trueque, en los que podían intercambiarse productos y hasta servicios de peluquería y sesiones con un psicólogo, fueron una verdadera tabla de salvación. En aquella Argentina llegaron a contabilizarse hasta 6.000 clubes y según aseguran sus fundadores, ayudaron a sobrevivir a unas 5 millones de personas. Claro, que cuando la economía comenzó a recuperarse y entre los más empobrecidos aparecieron los panes sociales, los clubes de trueque se fueron cerrando y emergieron otro tipo de centros de compras, como las ferias que integran La Salada. Hoy quedan pocos clubes, entre ellos el localizado en el barrio de La Boca. Pero la experiencia ganó fama internacional. Hasta tal punto, que los griegos recurrieron a los padres de la iniciativa para importarla. El club del Trueque nació en 1995 en el garaje de la casa de un psicólogo en Bernal. Y la Red Global de Trueque Solidario salió a la luz en 1997. Sus promotores fueron Horacio Covas, Carlos Desanzo y Ruben Ravera. Se inspiraron en el libro de Silvio Gesell, La economía natural. El núcleo de sus actividades funcionó en la fábrica abandonada, La Bernalesa. Ravera señala que el trueque operó como contención social. Y algo de eso percibió el documentalista griego Yorgos Avgeropoulos cuando en 2010 vino al país a filmar un documental que tituló El experimento argentino. En el filme, Avgerpoulos describe cómo fue la crisis de 2001-2002, ahora que su país sufre un drama social de proporciones. El documental causó sensación cuando se proyectó en la Televisión Nacional Griega. Allí se enfatiza que el trueque fue una alternativa a la crisis. Y Ravera fue llamado por distintas organizaciones en busca del know how para trasladar la experiencia a Atenas. Por las dudas, Ravera les aclaró que parte del éxito de los clubes de trueque en la Argentina, obedeció a que el país en esos años se había quedado sin circulante, ya que el dinero estaba atrapado en los bancos. ¿Se estarán preparando los griegos para un eventual corralito?
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